Como ver Viena por la cara...

La verdad es que pese a los mil y un problemas con las aerolineas, la jugada nos salió de escándalo. Nos pagan el transporte del aeropuerto al hotel y viceversa, nos pagan el hotel y to eso en Viena y a ver viena por la cara. Durante 24 horas de gratis. Pero eso no fué todo la
verdad, nuestro trabajo nos costó llegar a Krakow, pero el papi camel no abandona y se empeña en sus funciones. Nos levantamos, duchazo y desayuno en el hotel. Taxis mafiosos hasta
el centro de Viena para visitarlo con nuestro mapilla y con info del adis previamente buscada. De todas formas una de las niñas ya habia estao en Viena y sabía del tema. Majestuosa ópera, tranvia "gratis", mozart por todos sitios, palacios y un centro de Vien ó Wien bien
bonito la verdad. Muy diferente a la europa que habia visto y con nada que ver con la europa del Este que conozco. Arquitectura distinta aunque esto sigue siendo europa. En el instituto cervantes conocimos a una española que estaba trabajando allí y nos recomendó un sitio donde
ir a comer. Impresionado nos quedamos con lo bien que comimos. No comía yo fuera de casa tan bien en Europa desde... nunca? xD Impresionante. Cantidad, barato y muy muy rico. Carne, ensaladas, quesos y como no cerveza austriaca, bien apañá. El trato impresionante porque es uno de esos restaurantes con diez mesas en los que casi tol mundo se conoce. Los clientes casi todos eran parejas de viejecitos con gabardina y sombrero que parecian sacados de otra época, los cuales eran muy amables y familiares. Se nos quedo buen gusto de la
comida y de la gente.

Todo bien hasta ahí. Taxi del vuelta al Hotel y a recoger las maletas a esperar a que viniera el minibus para 9 personas para llevarnos al aeropuerto. Aquí empieza la odisea. Los llamamos para ver si pueden venir antes, pues nada. A la hora prevista, bueno no pasa nada. A esto
que todos esperando con las maletas y ahi no aparece nadie. Llamamos a Austrian Airlines y dicen que se han olvidao de nosotros y que no llegamos al vuelo y que no llegamos. Nos quejamos fervientemente hasta que nos dicen que dado que ha sido fallo de ellos, el vuelo se
esperara para nosotros. Nosotros ni nos fiamos ya a estas alturas. Alli muertos de asco hablando con los recepcionistas y haciendo mil llamadas, esperamos casi 40 minutos. Llegamos echando ostias al aeropuerto, facturamos y corriendo a pasar los controlos y corriendo al avión... Llegamos corriendo y por los pelos. Y todo eso no es para ir a Krakow, sino que tenemos que hacer escala en Praga donde tenemos un avión de hélices sacado del mismo Indiana Jones que se movia más y hacia más ruido que un viaje por la carretera de la cabra. En el aeropuerto de Praga la cerveza es muy barata y unos pillamos un puñao de Budweiser y Pilsner para calmar las prisas. Llegamos a Krakow hasta los huevos de avión y de taxis, pero con la sonrisa en la boca, que empezamos a beber birra en los miniautobuses que van del avion a la terminal para celebrar que ya estamos en casa, en Krakov. Si ya nada más nos podia pasar... de perdidos al río... virgencita que me quede como estoy... a una de las niñas del grupo le pierden la maleta y a reclamar a las 12 de la noche. La tia más borde no podia ser y el papi
camel le saco una sonrisa y hasta le hizo reir a carcajadas. Si es que el que sabe sabe...

Nos esperan para llevarnos a casa. Llegamos después de un buen rato y recordando el gran hermano de 24 horas en el que nos hemos conocido los 9 krakovianos una barbaridad y riendonos de las anécdotas. Mañana será otro dia. Pero antes a deshacer maletas, a comprobar si tenemos wifi en el piso (siiiiii interneeeeeetttt tenemos internetttt) y a brindar con la última cerveza antes de irnos pa la cama.

El camel cumplió como lider y como krakoviano. Quizas mañana más... porque el que la lleva la entiende.