Hay muchas cosas por hacer y muchas que se están haciendo así que ultimamente pocas fotos y poco he contado de mi estancia en Cracovia... ya que tengo la mente y el cuerpo ocupados en un puñao de cosas, pero me dispongo a hacerlo poco a poco. Sin prisas, pero sin pausa.
Lo primero decir que estoy bastante agusto en tierras Cracovianas. Como todas las ciudades, Cracovia tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Los tios son unos hooligans y unos borrachos, así que hay que andarse con ojo por el dia y por la noche porque en dos momentos se ha liado. Y las niñas son guapisimas, te miran a los ojos y ten sonrien. Maldita costumbre de nuestros abuelos que por desgracia cada dia se pierde más: la de mirar a los ojos. Aquí las niñas te miran y te sonrien. Hombre será porque teniendo por habitantes a unos energumenos del paleolítico, con ná que ven un extranjero, se ponen la mar de felices.
Pero la ciudad tiene muchas cosas buenas que ya iré contando poco a poco. Y yo personalmente me quedo con lo bueno: gente, curro, tu vida, tu amor, tu forma de vivir, tus ideales y mi felicidad. Y a lo malo le pueden estar dando mucho por culo.
Para disfrute mio y del personal...
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